lOs TUMORES OCULARES

Existen diferentes clasificaciones de los tumores en el ojo, en función de:

Su carácter benigno o maligno.

  • Tumores benignos. El más frecuente es el nevus coroideo, que puede malignizarse en un melanoma coroideo.
  • Tumores malignos.

La única vía para determinar con seguridad si un tumor es maligno o benigno es examinar el tejido con el microscopio (biopsia).

Su carácter primario o metastásico.

  • Tumores primarios. Son aquellos que tienen un origen ocular. El más frecuente en la infancia es el retinoblastoma y en la edad adulta, el melanoma ocular.
  • Tumores secundarios o metastásicos. Son aquellos que se producen por diseminación metastásica de otros tumores sistémicos. Los más frecuentes son el cáncer de mama en mujeres y el cáncer de pulmón en varones.

Su ubicación

Tumores palpebrales. Son muy comunes y aparecen como irregularidades o “bultos”, que pueden confundirse con otras lesiones, como un orzuelo o un chalazión. Normalmente son benignos pero, en ocasiones, pueden ser malignos con gran capacidad de diseminación, tanto local como a distancia. Ante la aparición o cambio en la forma, color, consistencia o tamaño de cualquier nódulo, verruga, ulceración u otra irregularidad en la zona de los párpados, es recomendable que un oftalmólogo especializado en cirugía plástica ocular realice un seguimiento periódico de estas lesiones.

Tumores en el ojo.

Los más comunes suelen manifestarse en la conjuntiva, la coroides y la retina. Los principales son:

  • Melanoma. Es un tumor maligno severo que puede producirse en varios tejidos, pero el más común es el melanoma de coroides.
  • Retinoblastoma. Es el tumor ocular maligno más común en la infancia. Es muy agresivo y, por ello, resulta fundamental diagnosticarlo y tratarlo tempranamente.
  • Hemangioma de coroides. Es un tumor benigno que, sin embargo, se suele desarrollar de forma rápida y agresiva. Puede llegar a afectar a la visión, ya que su crecimiento amenaza al nervio óptico (encargado de transmitir imágenes de la retina al cerebro) y la mácula (zona central de la retina encargada de la visión del detalle).

Tumores orbitarios.

Son poco frecuentes y, sin embargo, muy variados. Pueden revestir gravedad. Los tumores de la órbita se originan en la cavidad que aloja el globo ocular y pueden llegar a desplazarlo (exoftalmos), a causar disminución de la visión o visión doble.

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¿Cuándo consultar con el médico?

Pide una consulta para realizarte un examen ocular si notas cambios en la visión. Si manifiestas cambios repentinos en la visión, como visión doble o destellos, dolor repentino de ojos o cefalea repentina, consulta con el médico de inmediato.